Caminando por el mall

mallUna mañana salí con rumbo a las librerías de un Mall capitalino del sector oriente, con el propósito de mirar lo que tenían sobre investigación cualitativa y  realizar una cotización de libros sobre esta materia, camino a la primera librería me empezó a parecer interesante observar las prácticas de las personas que transitaban por el Mall tipo 11:00 horas y este fue el resultado.

Me topé con aquel señor, sesentón, pelo largo canoso, grande, gordo, con abultada panza, con un caminar erguido, con un ritmo  que nada tendría que envidiar el caminar de los patos, portaba un sombrero ancho, tipo Indiana Jones  y una taza-termo en su mano y unos papeles bajo el brazo, miraba a los que se le cruzaban casi con desprecio y al parecer, eso, lo disfrutaba. Su comportamiento comunicaba mucha seguridad en si mismo, se podría decir que se sentía el mejor del Mall y se lo pudiera decir en términos de la jerga futbolística, diría que él se creía “infinitamente superior a los otros” o al menos su comportamiento así lo hacía ver.

Por otro lado, dos mujeres jóvenes con el mismo uniforme, con seguridad, de una de las casas comerciales del lugar y ambas de caminar presuroso se cruzaron y saludaron con un afectuoso abrazo, conversaron brevemente y una le dijo a la otra, nos vemos más tarde, voy al baño.

En otro lugar un tipo, mayor, de entre 65-70 años, con rasgos orientales, sentado en uno de los sillones del Mall, sostenía en su mano una bolsa con cinta de regalo, miraba la hora, lo hizo en varias ocasiones y miraba a su alrededor y volvía a mirar la hora y así repetidamente. Cambiaba de posición y también de sillón, y  luego de un breve momento volvió a mirar la hora, se paró  y se retiró, sin antes volver a mirar a su alrededor y volver a mirar la hora. Se fue, mirando para todos los lados. Sin duda este señor, lo dejaron esperando, su comportamiento denotaba preocupación y ansiedad, pero es posible que haya pasado desapercibido para otras personas, pero en todo momento nos estaba comunicando, a través de su comportamiento, su ansiedad.

Cerca de este señor ansioso, preocupado y frustrado, un joven caminaba aceleradamente hablando muy fuerte por celular – mucho más grande que un iPhone, –  lo ponía al frente de su cara y se escuchaba en todo el pasillo lo que conversaba y se podría decir que generosamente compartía su conversación “privada” con los que quisieran escuchar. Parecía un exhibicionista tecnológico, daba la impresión de querer mostrar su adquisición a los demás.

Es interesante, percatarse de los diferentes comportamientos que asumen  las personas que visitan estos lugares, desde aquel que puede denotar prepotencia, superioridad, otro exhibicionismo tecnológico, hasta aquellos que tienen la oportunidad de expresar su afecto y confianza cuando interactúan con otro “un afectuoso abrazo” “voy al baño” Y también, para otros puede ser un lugar de encuentro o desencuentro.

Sin lugar a dudas que el espacio juega un papel importante en el comportamiento de las personas, ya sea para retroalimentarlo o para manifestar una retroalimentación inversa, es decir, colaborar para que este refuerce su diseño y sus propósitos o para demostrar resistencia o “rebeldía” frente a la invitación que se hace en términos del espacio que invita a ciertos comportamientos y aquí una pregunta ¿El espacio de los Mall que comportamientos genera en las personas? ¿Se podría construir una tipología de las personas?

En este sentido, Stillerman, 2010, citando a Backes, 1997, señala que “La mayoría de estos estudios no incluyen datos empíricos cuantitativos o cualitativos respecto a las prácticas de los usuarios en el mall (…) “, pero sería interesante realizar más estudios sobre las prácticas de las personas en estos espacios diseñados para consumir, que sin embargo pueden tener un sin número de objetivos para las personas, además de consumir o no consumir.

Referencia

Stillerman, Joel y Salcedo, Rodrigo. «Es mucho más que comprar …Discursos y prácticas espaciales cotidianas en Malls de Santiago.» Estudios avanzados. 13 (2010): 79-103.